Estas páginas tienden un puente entre Luis Barragán y su obra: entre la vida interior de un artista y su arquitectura. Ellas constituyen probablemente el primer acercamiento biográfico a un personaje tan significativo para el arte de México y para la arquitectura del mundo. Los renglones de este libro van dibujando una piel y unos sueños que dan vida a los retratos de Luis Barragán que nos legaron los fotógrafos y dan sentido a los materiales, las formas y los volúmenes que son el cuerpo de las obras de arte que él edificó. Su biblioteca, ahora accesible gracias a los empeños de la Fundación de Arquitectura Tapatía, nos entreabre algunos recintos de sus moradas interiores que habían permanecido enexplorados.