Juan Tinoco es un pintor a quen se le distingue, ante todo, por la notable calidad de su oficio. A partir de un lenguaje pictórico convencional, su tarea consistió en retomar elementos ya conocidos y reinterpretarlos según su "estilo" personal. Supo aprovechar-en obras como la serie completa de Ochavo y las batallas bíblicas- una iconografía estereotipada que, mediante la adaptación y recreación de modelos grabados o impresos de escasa circulación, convirtió en composiciones novedosas.