Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
La ventana hundida es una muestra perfecta del arte narrativa de Jes?s Gardea (Delicias, Chihuahua, 1939-2000), en ella, publicada por primera vez en 1992, y despu?s de una d?cada muy f?rtil, Gardea ya no necesita demostrar nada y tiene un lugar entre los grandes novelistas de su generaci?n. No obstante insiste en una progresiva depuraci?n de su proyecto literario, cada vez m?s tangible en su intenci?n y en su tersura. M?s all? de los personajes con nombre y apellido lo que habita el libro es la luz, la luz como personajes, en sus reflejos, en sus inclemencias, en sus revelaciones. Cualquier cambio en el claroscuro de una habitaci?n, en la ausencia de sombras de un sol vertical en medio de la plaza o en el brillo de la morada refiere en pocas frases psicolog?a y rencores, pasado y -en cierta manera - el impredecible futuro de los personajes ya inscritos en esas oscilaciones.La sintaxis de Gardea es un tiz?n, una fuente de luz y calor, como ese sol que entra por la ventana en las primeras frases de la novela.