A finales de 1891 los estudios teológicos de Amado Nervo en el Seminario de Zamora se hunden por una crisis vocacional y los vaivenes económicos de su familia. La resaca lo devuelve al Tepic de su infancia y el tedio de un mostrador comercial lo arroja a un puerto cosmopolita del Pacífico mexicano. Lunes de Mazatlán (crónicas: 1892-1894) reúne la prosa de iniciación de Nervo en El Correo de la Tarde. En el estudio de este volumen, Gustavo Jiménes Aguirre considera que la bitácora de aquella inscursión porteña puede leerse como un rito de psaje para elingreso de Nervo a la prensa de la metrópoli porfiriana. En ese ambiente de efervescencia modernista, el autor de El Bachiller triunfará desde 1895 como un personaje de Balzac que sabe administrar su oficio y contender en las luchas simbólicas por el poder y la consagración del campo cultural. Sin duda, este libro ayuda a concoer los primeros pasos del escritor y del estratega literario.