Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En Plexo de Luis Alberto Arellano es posible percibir la evolución del estilo de su autor. Dividido en dos secciones: la primera de ellas --"Mundo lento"-- integra poemas discursivos, de tono cotidiano y confesional; poco a poco la escritura comienza a enrarecerse, a volverse más compleja y experimental. Ya en la sección "Plexo", consciente de una serie de recursos que pone de manifiesto en los poemas, Arellano investiga la elasticidad de la prosodia, la intromisión de elementos ajenos al universo poético, el quiebre de ritmo o la polifonía discursiva.