El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El teatro en México fue, durante el siglo XIX el lugar artístico donde coincidían los miembros de las diversas clases sociales: centro de reunión, reencuentro, el teatro acogía sus localidades ---desde los ensortijados palcos y plateas hasta las populares galerías--- y, a todo aquel que quisiera asomarse a lo que acontecía en el escenario urbano.Se advierten las imágenes de un pueblo que no terminaba de adaptarse a las convulsiones político-sociales, inseguro económicamente y desconcertado. El rostro de ese pueblo parece formarse en las crónicas teatrales de Altamirano, en los bosquejos iniciales para el retrato del habitante de México; en esos destacan los rasgos conductuales de ese pueblo frente a sus escenarios, ante sus espectadores teatrales, circense, urbano, rituales.
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