Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Eugénie Grandet, considerada por alguno como la obra maestra de Honoré de Balzac, forma parte de su ambicioso proyecto de La Comedia humana. La acción se centra en la heroína que da nombre a la novela, una mujer -que no es del mundo en medio del mundo-. Hija de un rico inversionista, la bella y delicada Eugénie se ve asediada por dos grandes familias burguesas que buscan su mano, pero ella permanecerá fiel a su verdadero amor, su primo Charles. Asfixiada por las convenciones sociales y por la avaricia de su padre, su temperamento sumiso se rebela por amor. Pero ese mismo amor que la ayuda a madurar es también el causante de la soledad, la monotonía y la melancolía que enmarcan los estériles de su existencia. Mezclando elementos románticos con realistas, esta obra encierra la desbordante fuerza vital de Balzac, cuya excentricidad y ambición política lo llevaron a vivir como todo un personaje literario.