Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En La tercera mitad del corazón se alberga la inocencia invocada en un haz de voces y géneros: del pregón al cantico: de la letanía a la interpretación: de la parodia a la sátira. Esta poesía invita al lector a una apuesta nada conjetural, por "un mas allá" de las estructuras regidas o de los recursos estéticos al uso. Se escucha a un trovador que escribe en la esfera cordial de la imaginación abierta y en movimiento, desde la experiencia y la apuesta apasionada y lúdica, incluso desinhibida, ante la vida y la historia.