Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Si algo ligero representa una apuesta literaria que se mueve en un territorio ambivalente: por un lado, es una colección de cuentos vinculados entre sí que dibujan un universo unitario; por el otro, puede leerse como una novela fragmentaria que, mientras avanza, se interrumpe a sí misma y multiplica todos sus niveles: más que ceñirse a una historia única y cerrada, se propone como un mecanismo narrativo que da cuenta de sus propios desplazamientos.
En gran medida, la escritura de José Luis Prado constituye una aproximación a la incertidumbre: como se lee en una de estas páginas, el tiempo de la ausencia traza líneas hacia un destino incierto. Se trata de un destino que a menudo se confunde con la conciencia literaria, la memoria, el apunte autobiográfico o los encuentros azarosos, y que pone el acento en la necesidad de asir la realidad a través de la red de lo imaginario.