Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El mundo lo usa como termómetro; el tiempo, como pedernal donde grabar su paso sin contemplaciones. Él mismo se manifiesta con voces o gritos; con danza o con temblor. Preso de un minimalismo implacable, se mofa de la pretendida coreografía clásica, despertando la risa o la compasión. Mirado a través de luz estelar es vacío, metáfora del hoyo oscuro donde todo confluye y muere.