El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El imaginario de la luna mojada es prodigioso el edén primigenio que hace suyas todas la palabras, el nuevo mundo que en realidad, lo sabemos bien, es viejo nuevo mundo porque está teñido de las emociones que le acompañan a la humanidad desde su origen.