Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Nos dice algo más: Los tartamudeos de la Historia, su incapacidad de producir novedad alguna, la pulsión de repetición que nos anima, la certeza de que cada uno ha de llevar una vida mentirosa y falsa: tantos motivos de satisfacción para quien ha renunciado a esperar cualquier cosa de los demás o de sí mismo.
Viena podría ser concebida como una Grecia judía y un centro de culto a la inteligencia, la muerte, la desgracia, el incesto y el inconsciente, tal como Jaccard lo describe en este libro a cuyas espaldas se encuentran autores como Joseph Roth, Hermann Broch, Robert Musil, Karl Kraus, Jean Améry y Thomas Bernhard, entre otros.