Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
No quiero que la muerte de Fidel Castro me desdibuje los recuerdos. A cuatro generaciones de mi familia, el gobierno de Fidel Castro les señaló dónde trabajar y qué estudiar, a cuál hospital ir, qué programas de televisión ver y qué emisiones de radio escuchar, qué libros leer, en qué clima nacer, en cuál funeraria ser despedidos y en cuál cementerio ser enterrados.