El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
¿Quieres que me siente? ¿Te gustaría que me siente? ¿Necesitas que me siente? ¿Me estás pidiendo que me siente? ¿Me estás gritando para que me siente? ¿Me estás rogando que me siente? ¿Me estás suplicando que me siente? Me dices la palabra siéntate como si yo supiera qué significa pero amo tu entusiasmo y salto alto de alegría por los dos. (Poema Siéntate)