El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Ingenuo y violento, Vikar no es un cineasta sino un cineautista, y el mundo donde se introduce es un vórtice cultural en plena agitación: drogas que le asustan, una sexualidad que le devora, una música que no entiende. El Hollywood al que ha llegado en su obsesión con la gran pantalla es un Hollywood tan indiferente al cine como al propio Vikar.