Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El parlanchín extraviado tiene un protagonista, el pueblo cubano, cuya locuacidad desvela al autor y parece afectarlo todo, desde la historia del país hasta las relaciones amorosas de sus habitantes. El silencio, el ruido, el lenguaje, la música, las arengas, la autocensura, la charlatanería de algunos animales y la sociabilidad de un árbol sagrado son los temas que se disputan estos textos breves donde sobresalen la sátira y el humor: La mudez de los peces alerta al cubano sobre los peligros de la profundidad.