Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Entre las acepciones dela palabra concierto no sólo están aquéllas relacionadas con la música sino las que que suponen un acuerdo o convenio de propósitos o sentimientos. El diccionario etimológico la emparenta con el verbo concertar, que en español e italiano (concertare) significa estar de acuerdo, armonizaar, pero cuyo sentido en latín fue luchar, discutir. Algo de todo ello hay en este Concierto en La Habana compuesto por el poeta cubano Orlando González Esteva, donde algunas de la plumas más brillantes de su país - Lezama Lima, Cabrera Infante, Carpentier- y algunos extranjeros ilustres que lo visitaron o residieron en él -Juan Ramón Jiménez, Garcia Lorca, Cernuda, Hemingway, Merton- ofrecen una visión exaltada de su capital, mientras otros cubanos más jóvenes, en contradicción con la imagen acuñada por algunos viajeros recientes, no pueden reprimir la nota elegíaca. Como el propio antólogo señala, este concierto -que abarca movimientos escritos a lo largo de tres siglos- es una invitación a ver La Habana con los únicos ojos capaces de verla sin intereses espúreos: los ojos de la poesía.