Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Serrucho fue alguna vez un gran payaso. Ahora, viejo y cansado, trabaja en el circo dirigido por el feroz señor Papagayo, pero ya no hace reír a nadie con sus números. Con la llegada de Berriche y su cuate Churrinche --un par de payasos desempleados--, Serrucho descubrirá, junto a su compañera Candelita, que nunca es demasiado tarde para renunciar a los sueños, las risas y los juegos. Al fin y al cabo no hay nada más triste que un payaso sin trabajo y la mejor manera para salir adelante es la solidaridad y la amistad.