Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La expresión nacional se publicó por primera vez en 1955 y siguió editándose, con correcciones y adendas, hasta la década de los noventa. En los escritos reunidos en este libro se constata la enorme erudición de José Luis Martínez, su profundo conocimiento del siglo XIX mexicano (época en la que de acuerdo con el autor se forjó la identidad nacional independiente mediante la producción literaria) y la franca generosidad con la que compartía la información y el análisis sobre los autores y las obras.
El lector encontrará en estas páginas un compendio tan vasto como la biblioteca de más de setenta mil materiales bibliohemerográficos que el historiador, escritor, crítico y editor reunió a lo largo de su vida hoy abierta al público en La Ciudadela. Estudioso incansable y prolífico ensayista, José Luis Martínez ofrece múltiples entradas a la personalidad, las ideas y las obras de Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Pimentel, José Joaquín Fernández de Lizardi, el doctor José María Luis Mora, Ignacio Ramírez El Nigromante, Justo Sierra, José María Vigil, Manuel Gutiérrez Nájera, Victoriano Salado Álvarez, Joaquín García Icazbalceta, Manuel Acuña, Vicente Riva Palacio, Manuel Payno y muchos más. Completan el panorama exhaustivas revisiones de las empresas literarias del México naciente, como las revistas Azul y Moderna, entre tantas otras que albergaron en sus páginas a los movimientos de vanguardia y a sus expositores nacionales e internacionales.