Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Muchos conocen ya a Harry «Conejo» Angstrom, entrañable personaje dividido entre la libertad y la responsabilidad, el deseo de independencia y un anticuado sentido del deber, entre apremios sexuales y vagas especulaciones espirituales a sus 55 años muy avejentado, Conejo ya no hace más que jugar al golf y ver la televisión. Desde el infarto, le embarga un irremediable sentido de fatiga. Janice, la esposa desvalida, es ahora toda una mujer de negocios. Nelson, el hijo estafa y roba a sus padres para mantener su adicción a la cocaína. Conejo vive en el temor constante, obsesivo, de la muerte que, en efecto, parece rodearle por todas partes : muere su amante de un cáncer, muere de SIDA un empleado de la empresa, sus amigos caen presa de enfermedades o depresiones, y hasta la tele le acosa diariamente con noticias de desastres y guerras. A Conejo sólo le quedan ya un pasado nostálgico, sombrías especulaciones sobre el futuro y ser testigo pasivo y risible de hechos que él ya no controla.