El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Siguiendo un punto de vista que no es el de la historia del arte, sino el del análisis de los programas y políticas de la imagen y las funciones que ha desempeñado en una sociedad pluriétnica, el autor recorre el México colonial y barroco. La obra analiza simultáneamente la acción del colonizador y la reacción del colonizado a través del concepto seductor de lo imaginario.