Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Con Las alas del pez ganó diversos premios, entre los que destacan el Juan Ruiz de Alarcón, El nacional de Teatro, la medalla de oro de la Asociación Nacional de Compositores de México y el diploma de la Asociación de críticos de México. En 1951 obtuvo el Premio Nacional de Poesía y en 1969 la Medalla Molière de Francia.Dice Vicente Leñero en la presentación de este libro que para Sánchez Mayáns "...la hipocresía de la gente decente, el impulso de la libertad de una juventud inconforme, la crisis de la modernidad posrevoluconaria que no logró instalar el cielo prometido, son ingredientes dramáticos con los que se puede y se debe hacer una dramaturgia que del pesimismo de la realidad se proyecte, como anhelo, hacia la esperanza -casi siempre poética- por edificar un mundo verdaderamente mejor".