Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Sj?;lander fue uno de los artistas extranjeros a los que M?xico caus? un profundo impacto. Coincide en esta circunstancia con Paul Gauguin, quien en Tahit? buscaba una especie de "para?so tropical" (o "para?so perdido"), donde el ser humano a?n no hab?a sido contaminado por los vicios de la civilizaci?n.Fue un gran pintor, escultor, grabador y docente. Naci? el 6 de enero de 1908, en Gotemburgo, Suecia. Hijo de un connotado ingeniero e inventor de la combinaci?n de la seguridad de las cajas fuertes. Sus estudios los realiz? en la Escuela Libre de Artes Pl?sticas con Albert Edh y en la escuela de Arte de Balando.Valdemar Sj?;lander sosten?a que el arte no hay que razonarlo tanto, hay que guiarnos en gran parte por la espontaneidad, basada en una s?lida formaci?n por medio del estudio, y as? se ampliar? nuestro horizonte hacia esta manifestaci?n.