Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos, ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser más leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo, está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores.Lágrimas y risas se ocupa de un escritor impresindible de la segunda mitad del siglo XX en castellano: Jorge Ibargüengoitia. Es una notable muestra del trabajo relizado por Ignacio Trejo Fuentes, uno de los principales cronistas y críticos literarios de la generación surgida a fines de los años setenta. Entre sus principales libros se encuentran Tu párvula boca y Hace un mes que no baila el muñeco. Lágrimas y risas, publicado anteriormente por la UNAM -en 1977-, hace ya varios años que se encontraba agotado y La Centena lo republica con la convicción de que es un texto determinante para entender a cabalidad la obra del autor de Los relámpagos de agosto.