Hombres y mujeres a los que plasmó en el pincel, a la vez lo retrataron con la palabra, con la lente, con el cariño. Dentro de las diferentes gamas en las que pudo habitar como eterno creador, supo gozar el grito de la plástica y el silencio de las palabras.Juan Soriano nunca perteneció a movimiento alguno y como buen solitario celó su estilo, sus temas, su esapcio; fue un artista en continuo proceso, en incesante búsqueda.Artista jalisciense, fue dibujante, pintor, escultor, escenógrafo y director de escena en un proyecto teatral único, como fue "Poesía en voz alta". Juan Soriano fue generoso conversador. Siempre le asistió el don de la gracia y el sentido del humor casi divino, nunca mundano.