Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Hay un antes y un después de la poesía de Ramón López Velarde en la tradición lírica mexicana: del modernismo a la modernidad, de la provincia a la capital, de la devoción al pecado y de una idea estentórea de la patria a una más personal e íntima, su obra se reconoce ya como una de las experiencias literarias más luminosas del siglo xx mexicano.Con una imaginación poética inusitada y un uso virtuoso del lenguaje y su maleabilidad, la obra de López Velarde es una experiencia personalísima que, por curioso que parezca, termina por ser el retrato de una sociedad y un tiempo determinados: al hurgar en sus entrañas traza la espléndida postal de un país que se asomaba a los albores del nuevo siglo. Lo logra con una deslumbrante retórica que oscila, como un péndulo, entre los rituales y atavismos del pasado y la tentadora promesa del futuro: su obra es la pura tensión del instante entre ambos abismos.Para decirlo en sus palabras:Uno es mi fruto:vivir en el cogollode cada minuto.En este volumen, que pone a la disposición de nuevos y viejos lectores la obra de un poeta fundamental, reunimos los tres títulos de poesía escritos por el autor de Jerez: La sangre devota (1916), Zozobra (1919) y El son del corazón (póstumo, 1931).