Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En la manera de entender el Camino está la clave del confucianismo. Confucio afirma que el hombre debe establecer su corazón en el Tao y armonizarse con el cosmos, pero al contrario de lo que defendían los seguidores de Lao Tsé, para él es el hombre el que ensancha el Camino y no el Camino el que ensancha al hombre. El Tao es un ideal de perfección que se alcanza con la práctica de virtudes puramente humanas: el Camino sólo halla plenitud cuando el hombre lo recorre. Y de ahí la importancia de los tres pilares de su sistema ético: el Jen o la suma de benevolencia, humanidad y