Plantear como objeto de estudio a la desigualdad y a la pobreza representa una enorme complejidad para el desarrollo de la investigación relativa. Existen una cantidad considerable de discusiones alrededor del cómo se deben conceptualizar y definir ambas categorías analíticas, dada su relevancia como problemas sociales con repercusiones sumamente cuestionables en la vida de los individuos y los grupos sociales. En el primer caso los debates son múltiples y van desde la perspectivas asociadas a la condición desigual cuasi natural del sistema capitalista, hasta las teorías vinculadas con las oportunidades y competencias individuales y colectivas. La pobreza, en su aceptación más amplia, se asocia a condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, imposibilitan la satisfacción de sus necesidades básicas e impiden su plena integración social. Este libro cuestiona ¿en qué dimensiones de la vida social se evidencian la pobreza y la desigualdad? La respuesta es múltiple y la obra intenta abonar al debate permanente, al analizar desde diversas miradas la desigualdad y la pobreza en dimensiones como las siguientes: condiciones de trabajo, salud, ingreso, educación, migración, democracia, cambio climático, sustentabilidad, extractivismo, generación, asimilación y aplicación del conocimiento y de la tecnología, apertura comercial y productividad.