La obra de Alejandra Figueroa emmana de la tradición de la fragmentación del cuerpo propia de la fotografía del siglo xx y de cómo el cuadre modifica a las otras artes pintura, escultura. Sus imágenes siguen el camino trazado por la escuela alemana de la Nueva Objetividad y el F6 de California, y no el de registro de la obra escultórica