Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
¿Necesita usted un milagro? entonces nada mejor que las reliquias de Don Teodorico Raposo: pedazos de tablas cepilladas por San José, frascos de agua del Jordán, huesos de aceitunas del Monte de los Olivos, túnicas como las que usaba la Virgen María, o ... boquillas hechas con madera del arca de Noé. Pero no, no se piense que Don Teodorico, vivió siempre de vender artículos religiosos de dudosa procedencia.Aquí, en esta sátira novelada del magistral portugués Eça de Queiroz, podra conocer el lector las confesiones de un hombre codicioso de la fortuna de una tía beata, asi como sus aventuras y desventuras al decidirse por la máscara de la falsa devoción.