Diego Jos# tiene cosas que decir y las dice. A veces, todav#a, con un lenguaje que no es del todo suyo y que a·n deja ver sus or#genes nobles. Esto lo arregla el tiempo y la entrega al oficio. Lo que importa es que se estß nutriendo bien: ya convertirß en sangre estas herencias. Por lo pronto da gusto que en sus versos no tengan cabida el sinsentido y la logorrea.
Dec#an los maestros persas que el Amor es un perro negro que s#lo vive en el coraz#n de los amantes. Diego Jos# lo sabe y estß luchando por mantener la calma: aunque quede en su carne el alarido.