Sue?o con un drag?n verde de lengua negra que quiere tragarme. Las casas tambi?n son verdes, como la hierba de nuestro jard?n con columpio, donde antes pap? y yo jug?bamos al bal?n. Lo echo mucho de menos. Mam? me dice que pronto nos reuniremos. Tanto como los campos de concentraci?n con lo que implican de hambre, fr?o, enfermedad, violencia y muerte interesa aqu? uno de esos universos personales y familiares que el nazismo ha destruido, para dejar en su lugar, silencio y un mundo m?s gris.
Libros relacionados
Sígueme una Historia de Amor que no Tiene nada de Raro