Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
En varios de los relatos la imbricación de la madre y la muerte da pie a un tratamiento trágico; se trata, pues, de la presencia de una madre devoradora del alma del hijo, una manifestación de los impulsos enemigos que existen en toda experiencia de maternidad y que la sociedad busca esconder. En otros casos se explora la ausencia de la figura materna y sus secuelas psicológicas en individuos confrontados interiormente por esta carencia. Cada cuento tiene una muerte como centro gravitatorio más que como punto final; en torno de esa muerte la propia, la de la madre, la de la hija, la del hermano, la del enemigo los personajes se ven lanzados a un proceso de transformación psicológica, base de la trama de cada relato.