Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Tal vez la vida se pueda reducir a una batalla entre la razón y el sueño, o describirse como la historia de la luz y la sombra, fenómenos entre los cuales el poeta se desplaza, crece y expresa, escribiendo en el tiempo lo que el tiempo escribe en él. Así lo es para Jorge Fernández Grnados, quien en Lo Innumerable vuelve al origen, remonta el río de la infancia y repasa con un magistral dominio de la voz su propia estancia y mudanzas en el vértigo y la quietud del mundo. Las minuciosas y finas descripciones que constituyen este libro (cuyo título es una declaración simultánea de modestia y ambición), dictadas por los labios de la vista, le imprimen un carácter de nítida y alerta sensualidad que se contagia al lector, felizmente por un sol que habita en medio de sus páginas. Lo innumerable, Fernández Granados viaja de la inocencia a la experiencia, armado con un lenguaje que, después que, después de una larga trayectoria poética, ya se le rinde con docilidad. De la lluvia a la nieve, de la luz a la sombra, de la poesía al viento como tatuaje de las piedras, estas páginas son también la climatología de una alta sensibilidad que ha ido depurando sus vocablos hasta volverlos translúcidos y perfectos, únicos e irremplazables. Su autor es ya un maestro del decir poético.
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