Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El virrey y el capellán recupera para la historia cultural mexicana un episodio clave, hasta hoy a buen resguardo en los archivos o bien apenas visto y dicho desde la historia demográfica la polémica en que se trabó el virrey Revilla Gigedo con el editor de La Gazeta de Literatura de México, José Antonio de Álzate, una vez que este hombre de letras tuvo la osadía de cuestionar y hacer pedazos el resultado del padrón de población de la capital de la Nueva España de 1791. El episodio mismo ilumina en todos sus detalles las dimensiones de la cultura letrada en Nueva España y la compleja naturaleza de la Ilustración en América. En cambio, la polémica entre Revilla Gigedo y Álzate pone al descubierto la intensa vida intelectual de la capital del virreinato en las postrimerías del siglo VXM. Las aristas de su ardua geometría tocan al Estado puesto a contar y medir lo que tiene por suyo, súbditos y territorios;