Los dieciséis relatos de Voces del espejo son representativos de su obra. Sobresale en ellos la hibridez genérica predominante en su producción. Hay ensayos intercalados por un cuento o viceversa, una ficción breve que se complementa con una reflexión. La mayoría se sustenta en la memoria, próxima o de un tiempo remoto, que se actualiza en la escritura y ofrece una perspectiva cautivadora. Además, destaca la profunda mirada al ser humano, a los personajes extraviados o perdidos en el laberinto de la vida que padecen «enfermedades del alma» y pueblan las Ciudades de Sombra de sus fabulaciones o su mítica Celama.