Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
A esta obra debe Schopenhauer buena parte de su fama. Escrita después de su texto principal, El mundo como voluntad y representación, en ella recogió las ideas fundamentales de su visión del mundo, y lo hizo alejándose todavía más del estilo de la filosofía académica, haciendo gala, al arremeter contra prejuicios, costumbres y dogmas, de un tono sarcástico y muy agudo que le permitió traspasar los límites del mundo universitario. Así logró hablar de alta filosofía al gran público, y convertirse en un filósofo de los que marcan una época. En el título del ensayo, Parerga y Paralipómena