Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Desde pequeño muestra una gran predisposición al arte, en concreto a la música, y en 1928 se traslada a Madrid para cursar sus estudios de violín en la Escuela Superior de Música. Allí conoce al compositor y director Enrique Casal Chapí. Es en esta época cuando comienza a asistir a tertulias políticas y literarias en los cafés madrileños. Su círculo de amistades - como Benjamín Péret o Wilfredo Lam- lo acercarán a la órbita del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), en el que comenzará a militar en 1935.