Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Estos ensayos trazan la posible línea de la trayectoria vital e intelectual de Fabienne Bradu, confirmando que el ensayo es la voz del espejo en que se refleja la vida. Fabienne Bradu, que también escribe novela, biografía y crítica literaria, muestra aquí, como ya lo hizo el fundador indiscutible del género, Michel de Montaigne, que el ensayo es un paseo placentero, una erudición sin engolamientos.Desde Rafael Cadenas hasta Nina Berberova, en una concatenación que por momentos parece un canon musical, Fabienne Bradu devela sus filias lectoras y sus obsesiones. Autores como André Bretón, Julio Cortázar o Jean-Paul Sartre, o la fotógrafa Graciela Iturbide, son planetas que giran alrededor de dos centros gravitatorios: Octavio Paz y Gonzalo Rojas, cuyas obras marcaron de manera especial a la autora. También figuran las mujeres de José Vasconcelos y, entre otras, Rosario Castellanos o una desconocida para muchos: Consuelo Sunsín de Saint-Exupéry.