"Cada poema es memo ria", afirma León Plas cen cia en el texto que a man era de adenda funge como edu cada guía de lec tura, aunque post facto. Su ubi cación al final del libro es una cortesía: dada la prover bial ampli tud semán tica del dis curso poético, los indi cios --y aún más los pro por ciona dos por el pro pio autor-- si bien podrían brindar un asidero para el desciframiento, tam bién pudieran ser un límite para quienes no pre tenden reducir la lec tura a una comu nión de sen timien tos con el autor. Ahora bien: ya que ha salido a colación el asunto comu nica tivo, si hubiera algo detrás del texto, ¿su goce está en encon trarlo? ¿Se trata, entonces, de un acer tijo? Si cada poema es memo ria, ¿sirve el poema como una mir illa hacia la intim i dad del autor?