Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En 1879 José Hernández concluyó su Martín Fierro y desde entonces no ha dejado de publicarse.A seis años de la publicación de la primera parte en Argentina, las idas y vueltas del gaucho rebelde se reimprimieron en 11 ocasiones. Para 1913, Leopoldo Lugones vinculó los versos de Hernández con las grandes gestas de la humanidad. La afirmación no es exagerada: esta obra representa la puesta en lírica de uno de los mitos constitutivos del pueblo argentino con sus duelos de cuchillos, sus relatos de astucias, sus idealismos y el poder verbal de la picaresca criolla.PRESENTACIÓNSandra Lorenzano