Para evitar las celebraciones del falso milenio, en el año nuevo de 2000, el profesor Manuel Artigas y Monique, su acompañante, han decidido huir de París y refugiarse en las playas de Jalisco. Durante el viaje, Artigas se arrepentirá de varias cosas pero, sobre todo, de haber pronunciado, sin que nada salvo su nostalgia lo trajera a cuento, el nombre de Patricia. Con esa sola evocación queda atrapado en el relato de su propia vida y enganchado al recuento de sus amores como de una cifra insuficiente. Destino, fatalidad o simple naturaleza humana, el trayecto desemboca en un pueblo casi perdido donde Patricia había vivido con Josemaría –rudo pescador, personaje enigmático y pieza clave en este rompecabezas– un oscuro romance que es la antítesis de sus desencuentros con Manuel. Atrapado en la narración, el protagonista se ve impelido a resolver su propia historia ante los hechos. La realidad, sin embargo es insensible al ansia de saber.