¿Es posible enjaular un sol? ¿Estaría en su sano juicio quien se propusiera como tarea irrenunciable meter en una jaula un astro de tan descomunal tamaño? Pues aunque, dicho así, parezca una pretensión inútil, alucinantemente desaforada y propia de un ensueño, Alejo Carpentier no dejaba de intentarlo una y otra vez a lo largo de su vida. En esta breve pieza titulada Concierto barroco el autor consiguió transmutar esa pretensión en un bazar novelístico de singulares trampantojos para hacernos soñar, incluso, que podemos escuchar con nuestros ojos lectores una perdida música callada y asistir, en novelesca fantasmagoría, a la representación de una ópera vivaldiana. Estamos ante una obra en cuyas páginas se atesoran, con sorprendente capacidad de concentración, los más señalados virtuosismos propios del ingenio carpentieriano.