El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Dos ensayos, en cierto modo especulares, que indagan en la posibilidad de existencia de un arte religioso y de un arte pornográfico. Aparentemente irreductibles entre sí, las manifestaciones formales de la religión y de la pornografía resultan estar mucho más próximas de lo que suponemos habitualmente.