La quinta entrega de las aventuras de Kitaro se muestra tan rica en peripecias como las anteriores. En esta ocasión se presentan unos pobres diablos transformados en diamantes, un malvado y hambriento zorro sobrenatural o un cantante desaparecido tras conseguir el éxito, todos ellos felices de ser salvados por Kitaro y su fiel acólito. Inmensamente popular en Japón, donde no hay niño que crezca sin devorar sus aventuras, Kitaro es el héroe emblemático de una obra que se fija en los monstruos para hablar de los hombres. Pero Kitaro es, también, una serie rebosante de chispa. Las tribulaciones de este pilluelo que debe resolver los conflictos que enfrentan a humanos y yokais constituyen un auténtico placer que aúna, de forma sutil, la negrura y la ligereza.