Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Tras el fallecimiento de su padre, su única familia, Claire descubre que está arruinada y no tiene ni el techo que la cobija. Ante su precaria situación, decide marchar a Londres para vender las pocas posesiones que le quedan y buscar un trabajo con el que mantenerse. La llegada de unos parientes, de los que desconocía su existencia y que desean hacerse cargo de ella, le supone un inesperado golpe de suerte; aunque pronto comprenderá que se ha equivocado y tiene que huir. Julián, veterano de la guerra contra Napoleón, es un hombre marcado por su pasado y desengañado del amor, que vive aislado de la sociedad y volcado en sus experimentos agrícolas. Un problema familiar le obliga a ir a Londres, y es allí donde el destino decide unir las vidas de ambos. Pero innumerables obstáculos y peligros les aguardan en su camino hacia la felicidad, poniendo a prueba la fuerza de sus sentimientos. ¿Lograrán superarlos?