La inconfundible voz de Alejandro Zambra se oye con fuerza y delicadeza en las páginas de este libro que, alentados por la paradoja del título, podemos comprender como un originalísimo elogio de la lectura. Inventario de filias, fobias y caprichos, delicioso álbum de citas, proyectos frustrados y declaraciones de amor a las fotocopias, a la penumbra, a la palabra borrador, a la poesía chilena y a los orilleros del boom latinoamericano, No leer es un libro apasionado, extraño, divertido y melancólico, de quien es uno de los escritores latinoamericanos más talentosos y reconocidos de los tiempos recientes. Un libro de ensayos hermoso y coherente con la poética que Zambra ha desplegado en su ficción, lo que refuerza la idea de que la mejor crítica siempre es la que hacen los propios escritores. Aquí hay claridad y pasión, generosidad y agudeza, excentricidad y, también, cómo no, una inteligencia admirable para desplegar el rencor (Álvaro Matus).