El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Qué fortuna: tiene usted en sus manos un texto para el que necesitará resistencia pulmonar y emocional por la inmersión a la que arrastra su lectura. Vivir duele, pero no solamente en blanco y negro, doler y ya: note usted cómo el lenguaje de la autora va entretejiendo los matices y los, niveles, los pasajes secretos y los puentes levadizos para construir una nueva complejidad a la tragedia.