Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En el primer texto del presente volumen, Larisa Reisner narra los acontecimientos de la defensa de Sviyazhsk, suceso que definió la victoria de la Revolución Bolchevique. A partir del enfrentamiento con el Ejército Blanco, Reisner describe la vida diaria durante la guerra y ensalza a los hombres comandados por Trotski, personaje fundamental dentro de la historia rusa. Por otra parte, en Carbón, hierro y hombres vivientes hay una recuperación de la oralidad a partir del seguimiento que Reisner realiza sobre el trabajo dentro de las minas rusas y los trenes. A partir de la descripción de las malas condiciones con las que los obreros trabajan, la autora detalla el contexto social e histórico sobre Rusia a principios del siglo XX.