El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Al comienzo de este siglo, en 1905, un joven estudiante alemán, entonces totalmente desconocido en su país y aún hoy soberbiamente ignorado por eso grandes herederos del Renacimiento que son, por ejemplo, Francia e Italia visitaba el museo del Trocadero.